Disfrutar del sol este verano sin preocupaciones

La playa, la montaña, el calor… Como nos gusta el verano y el sol, pero… ¿realmente somos conscientes del daño que produce en nuestra piel?

Nuestro cuerpo está diseñado para aprovechar el sol. La luz solar ayuda a regular los ritmos del sueño, impide que se produzcan enfermedades emocionales como la depresión conocida como «trastorno afectivo emocional», además de proporcionar a nuestro cuerpo vitamina D, importante para mantener el buen funcionamiento del mismo.

La radiación UVA y UVB penetran profundamente en nuestra piel, estos producen daños, provocando el envejecimiento de la misma, con el paso del tiempo la piel se vuelve más gruesa perdiendo elasticidad y motivando la aparición de arrugas. Se modifica la producción de melanina en ciertas partes del cutis provocando por tanto la aparición de hiperpigmentaciones. Conforme pasa el tiempo estas células no son capaces de regenerarse impidiendo por lo tanto reparar los daños causados en las mismas y estimulando cada vez más la senectud de nuestra piel.

La única manera de frenar este aceleramiento es utilizando cremas con protección solar. Los filtros impiden el paso de los rayos de sol conservando por tanto las propiedades de regeneración de daños de la misma.

Merece la pena perder unos minutos antes de ponerse al sol… ¡Tu piel te lo agradecerá!

agosto 6, 2018